
Relatos «Evaluados»: Las botas Hunter y el aviso legal (capitulo 1)
Era un domingo cualquiera cuando sonó el teléfono, era mi amiga Marina para contarme que acababa de ver nuestras ansiadas botas Hunter en un anuncio de Instagram que remitía a una web algo extraña.
Las botas Hunter son unas botas de lluvia muy chulas que hace unos cuatro años tuvieron todo su esplendor, la verdad es que teniendo en cuenta que Marina vive en Canarias y yo en Granada , comprar unas botas de lluvia de más de cien euros para ponérnoslas una vez al año no parecía una muy buena idea y tampoco nos veíamos como las blogueras de moda poniéndomelas en cualquier momento ,pero en aquel fabuloso anuncio las botas se quedaban al cincuenta por ciento, y además estaban todas: las de color mate, las glossy, caña alta, caña baja, todos los números, colores y modelos…. ya nos veíamos en un día lluvioso con nuestras botas puestas, pero antes de comprar había que comprobar si esa oferta tan suculenta era real o podía ser una estafa. Lo primero en lo que me fijé fue en que la identificación del titular de la web no aparecía por ningún sitio: ni aviso legal ni nada, una escasa política de privacidad sin indicar ni siquiera un correo para ponerte en contacto con ellos, no había números de teléfono y no se sabía la ubicación de la empresa. Había unos términos y condiciones muy escuetos, sobre los plazos de envío y poco más. Decidí que esa web no cumplía ningún requisito estipulado en comercio electrónico y que no me las compraba, quizás si el aviso legal hubiera estado más completo , me la hubiera jugado tal y como hizo mi amiga Marina que sí compró sus botas invisibles , que nunca llegaron.
Al final me alegré de esa decisión porque me compre otras más chulas en una web de Londres que vende a España, así que, por fin tuve mis Wellington Boots pero con su aviso legal.
…..continuará